Del rabanito se aprovecha el engrosamiento del hipocotilo, que es la parte comestible de la planta. De sabor más o menos picante, puede ser de diferentes formas (esférico, alargado) y colores, blanco con rojo más o menos intenso. Las hojas pueden ser lisas o lanceoladas de margen, pecíolo largo o más corto dependiendo de la variedad y su uso, comercio y cultura. Se vende en las plantas enteras en paquetes, bolsas o colocados en defoliadas ensaladas mixtas de productos de IV Gama de la industria. Tiene un buen contenido de vitamina C.

El rábano prefiere suelos sueltos con buen porcentaje de materia orgánica. Le favorecen los suelos de textura media, calcáreo y con buena disponibilidad de agua. Por lo general no se recomienda la rotación con otras crucíferas.
El ciclo de crecimiento es variable con un mínimo de 20-25 días en verano a un máximo de 2-3 meses en invierno. La tierra antes de sembrar, lo que siempre se hace en el campo, debe ser cuidadosamente nivelado y refinado, ligeramente compactado y regado uniformemente para evitar los períodos de estrés de las plantas jóvenes que atentan contra la uniformidad de la producción final. La densidad de planta variará según la variedad y la época de  siembra. Los más tradicionales son de 10-15 cm entre hileras y 3-4 cm en la fila.

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